Caminos de Andalucía
Se suele decir que Despeñaperros es la Puerta de Andalucía, llevando a muchos a la idea errónea de la inexistencia de pasos alternativos, por Sierra Morena, entre el valle del Guadalquivir y la Meseta. Sin embargo, durante la mayor parte de la historia, hasta finales del siglo XVIII, los caminos de Andalucía eran otros. Los más importantes pasaban por la zona occidental de Los Pedroches, en la que nos encontramos, para continuar por el valle de Alcudia hasta Ciudad Real y Toledo. El más transitado era el llamado Camino de Las Ventas, que se hacía entre Sevilla y Toledo, en ocho jornadas de camino y dos más de descanso. Las Ventas, como ésta del Cerezo, eran un apoyo imprescindible para el viajero en un territorio casi despoblado. Cada menos de diez kilómetros había una de ellas.
La Aldea del Cerezo o Venta del Cerezo, su origen no se encuentra suficientemente documentado. En cualquier caso se originó como una venta situada en la red de caminos que surcaba el despoblado norte de la provincia de Córdoba, al igual que ocurrió con otro enclaves cuyos nombres hacen referencia aún hoy de ello. Tal como sucede con la cercana población Venta del Charco.
La Arquitectura de la Aldea o Venta hizo del Granito, que había en abundancia y a la vez es resistente, el principal material más usado en la construcción de los edificios de la comarca y de ello queda testimonio en ésta aldea.
En 1960 quedó deshabitada, entre los años 1988 y 1992 se procedió a la rehabilitación de los edificios públicos, mediante una casa de Oficios y una Escuela Taller a través del Fondo social Europeo, INEM y el Ayuntamiento de Cardeña.
En la actualidad tiene un uso residencial y de turismo ligado al disfrute de la Naturaleza en el Parque, donde podemos disfrutar de distintos senderos que nos llevan o parten desde ésta Aldea hacia las distintas localidades cercanas. Senderos como: Aldea del Cerezo - Venta del Charco, Cardeña - Aldea del Cerezo, y Aldea del Cerezo - Azuel.
La sensación que uno tiene cuando llega a éste lugar es... paz, por supuesto aire puro, tranquilidad... aquí no se mira el reloj, se para el tiempo, paseamos junto al arroyo RabiaVacas, agua limpia y clara... Donde además del paisaje podemos disfrutar de uno de los animales, que como dicen por ahí, tiene bueno hasta los andares.
La Aldea del Cerezo... continuaremos hasta que se nos hace de noche, para hacer fotografía nocturna (en el próximo post), en un lugar que, como digo al principio, nos transporta a otros tiempos, muchas veces añorados...
Como siempre "clic" en la foto para ver más grande
Disfruta en Silencio
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